Señales de una mala gestión en los RRHH
Una buena gestión de los RRHH nos permitirá obtener una buena productividad y eficiencia que se traducirá en mayores rentabilidades para nuestro negocio. Por esta razón es importante saber detectar aquellas señales de alarma que nos estén indicando una gestión indebida de nuestro personal:
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Falta de flexibilidad.
Hoy en día se valora mucho más la conciliación familiar y la vida personal, es decir, aquella parte del salario que denominaríamos emocional que es el que nos permite ajustar nuestro trabajo a nuestra vida privada.
Es importante que nuestra empresa tome consciencia de lo importante y necesario que es entender y ayudar a los empleados a alcanzar esta conciliación. La flexibilidad de horarios, permisividad en días de libranza, o empatía delante de las circunstancias personales que se puedan presentar es muy importante para que nuestro equipo se sienta bien en nuestra organización y se implique al cien por cien.
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Excesiva rotación de personal:
Una alta rotación de personal dentro de una empresa puede significar dos cosas:
- Que los procesos de selección realizados para cubrir los vacantes no se hacen correctamente
- Que los empleados no se sienten cómodos o a gusto trabajando en nuestra empresa y por eso se marchan a emprender nuevas oportunidades laborales. Esto puede ser debido a que ofrecemos unas condiciones laborales inadecuadas, que hay unas malas relaciones interpersonales entre empleados, o que no valoramos a nuestros empleados como debemos.
Cualquiera de estas causas son una señal de alarma que debemos tener en cuenta si queremos mejorar nuestra empresa y realizar una gestión eficiente de los RRHH.
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Implicación mínima
Si tomamos consciencia de que los empleados no tienen sentimientos de pertenencia hacia nuestro proyecto, es que no estamos realizando una buena política de RRHH.
Cualquier trabajador de una empresa debe sentir que forma parte de ella como si fuera suya. Si esta implicación no se da, esto se puede acabar traduciendo en falta de compromiso, despreocupación y sentimientos de alienación respecto a los vaivenes que sufra la empresa. Es muy importante que el trabajador trate a su empresa como a un ente u organización que le importa, solo así dará lo mejor de sí mismo en el desarrollo de su trabajo.
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Competitividad
Si nuestra empresa apoya o fomenta la competitividad con el objetivo de alcanzar una mayor eficiencia o productividad, es que está realizando una mala gestión de sus RRHH.
Enfrentar a los miembros del equipo es una política contraproducente. Los roces y disputas que se pueden dar durante el desarrollo de la actividad laboral motivados por dicha competitividad se suelen traducir en discusiones y situaciones incomodas que sembraran la discordia en el equipo.
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Falta de objetivos:
Los empleados que formen parte de nuestra empresa deben tener claras sus perspectivas y objetivos profesionales para que se mantengan motivados en el trabajo. Hablamos des de la posibilidad de ascender de categoría o tomar mayores responsabilidades, hasta optar a una mejora en su remuneración económica.
Si detectamos una falta de objetivos profesionales por parte de nuestros empleados, desidia o conformismo con su situación laboral, es que estamos delante de un problema que debemos abordar para mejorar la gestión de los RRHH de nuestra empresa.